Pasé nervios, muchos nervios. Pasé noches durmiendo poco, pensando en cómo organizar mi participación en The Pop Up Market, en qué llevar y cómo montar mi stand; con dudas de qué supondría mi participación en mi primer mercado artesanal y pensando si saldría bien, mal o regular esta aventura. Tras el Pop Up tengo que decir que valió la pena por muchas razones. Ha sido divertido, he conocido mucha gente con una creatividad enorme y la mayor satisfacción que me he llevado ha sido ver las reacciones de la gente al ver mis moñaditas.

Me gustó mucho ver sonreír a muchos de los visitantes cuando leían los nombres de los productos y el nombre de la marca.  El pack de «supertí@» de cajas personalizadas para regalar a los sobrinos provocó más de una sonrisa y también las Tibus, las Mari-Lolas y las Piggy que son las zapatillas animadas de moñaditas.

No olvidaré mi paso por la segunda edición del The Pop Up Market, pero sobre todo, no olvidaré algunos momentos que me llegaron a «la patata». Por ejemplo, una pareja que está esperando un bebé eligió en mi puesto los primeros pechitos para el nuevo miembro de la familia. El lunes les decían si era nene o nena, así que se decantaron por dos modelos unisex. Y unos «supertíos» que iban a ver a un pequeñajo recién nacido al hospital el domingo por la mañana se llevaron un pack moñaditas de pechito y bolsa para los pañales.

También tuve tiempo para «perfeccionar mi inglés» intentando explicar a una encantadora chica inglesa qué es lo que tenía allí. Se llevó un pechito-corbata que, según pude entender, le parecía «so cute» 😉

El evento tuvo lugar en el palacio de los Marqueses de Malferit, en pleno barrio del Carmen, y por allí pasaron muchísimas personas, sobre todo el sábado por la noche, que hubo actuaciones en directo que animaron el ambiente.

Por prácticamente todos los rincones del antiguo palacete se respiraba creatividad, ideas, ganas de enseñar cosas nuevas… No puedo dejar de mencionar a mis vecinas de stand Cozaz de Zu, que hace maravillas de ganchillo, y Jipichic, que diseña unas pulseras y complementos muy chulos que nada tienen que envidiar a las grandes marcas. Con ellas me eché unas buenas risas.

Fue un placer conocer a Manitas de plata, hijas de artista fallero como yo, y también grandes artistas de fallas y del handmade. Pude conversar con las chicas de ADUO, que hacen un gran dúo y unas ilustraciones preciosas, con Vanessa de Coses de peixets, con Kairós, Pide un deseo, Caperucita Feroz, Me Too, Mayte, de Tocados Mayte López y algunos compañeros más que ofrecían cosas preciosas. También me encantó ver en directo las minimís y Les Femmes de Jul’s, entre muchos otros productos que se ofrecían por allí.

Tampoco hay que olvidarse de la organización, que hace posible que este evento pueda realizarse. Fue una experiencia maravillosa y, aunque no todo han sido sonrisas porque ha sido muy cansado (el sábado estuvimos allí algo más de 14 horas) y los preparativos muy duros… pues lo que dicen… que «sarna con gusto no pica».

Gracias a todos los que visitasteis mi stand, tanto a amigos que me quisisteis acompañar en esta experiencia, como a todos los que conocisteis por primera vez moñaditas.

Y gracias en especial a las personitas que me han ayudado a hacer posible lo que parecía imposible. Ellos saben quiénes son 😉

Creo que esta última foto transmite mis sensaciones tras The Pop Up Market, ¿no creéis?