Ibiza y Formentera, un viaje lleno de sensaciones

viaje ibiza y formentera Acabo  de  ver un reportaje en televisión y he encontrado los lugares mágicos que descubrí el año pasado: Ibiza yFormentera. Tranquilidad, libertad y en definitiva magia. Eso es lo que se respiraba allí. Fue un viaje lleno de detalles y he sentido la necesidad de compartir algunos momentos porque si viajáis a las islas, igual os pueden ayudar algunas ideas. Desde Valencia fuimos en ferry a Ibiza y allí llevamos nuestro pequeño cochecito con el que nos movimos por media isla.  No queríamos ir a un hotel convencional y encontramos en el concepto agroturismo, que está bastante extendido en Ibiza, nuestra opción de vacaciones. Aunque prácticamente todas las casas que veíamos eran inasequibles, encontramos una casa que nos enamoró y que podíamos pagar jeje.

Estaba en Santa Eulalia  y se llama Ca Na Joaneta, una casa con un servicio familiar y cercano,  una piscina de impresión y una historia muy humana a sus espaldas. Aún recuerdo los desayunos de María recién hechos con  un mimo increíble y  que incluían una mermelada casera que quitaba el sentido.

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Gran parte del éxito de estas vacaciones estuvo aquí en los detalles de esta casa donde todo fluía de una forma muy especial (vamos, se nota en mi cara en este posado-robado jaja).

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Nuestro paso por Ibiza y Formentera se alejó de los tópicos.  En Ibiza vivimos la parte de la isla tranquila y natural y pudimos descubrir más de una quincena de calas y playas donde fácilmente nos querríamos perder al menos una vez al año. Me quedo con Aigües Blanques, una playa en la que te encuentras “barros termales” y te embadurnas en ellos como si fueras a convertirte en Angelina. Y bueno, Angelina no, pero la piel se queda fenomenal 😉

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También me encantó Cala Llenya, Cala Salada y Portinatx.

Buscábamos atardeceres en los  lugares más recónditos, pero sin duda el más especial lo encontramos en la Cala de Benirrás, uno del que se habla a menudo en las guías turísticas. Pero es que allí se siente el hechizo de la isla. Con el sonido de los timbales de fondo, ver atardecer se convierte en toda una experiencia. Juzgad vosotros mismos con esta foto.

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Ibiza no deja de sorprenderte y los mercados artesanales como el de las Dalias o el hippy market de Es Canà me cautivaron. Encontramos arte hippy hasta en los coches y me encantaron los vestidos blancos ibicencos colgados en decenas de comercios y los capazos típicos para ir a la playa.

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A Formentera  también  llegamos en ferry y casi por casualidad. En la casa donde nos alojábamos en Ibiza nos podían ofrecer todos los días que queríamos menos uno. María, la dueña de la casa, en una conversación telefónica previa al viaje, me recomendó Formentera. Y… allá que fuimos (con camiseta de moñaditas incluída ;).

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Con una mochila, las gafas de bucear y ganas de nuevas experiencias nos embarcamos hacia la isla. Al llegar allí alquilamos una motito con la que creo que fuimos por casi todos los caminos de tierra que tiene la isla. Una isla en la que, a pesar de la cercanía con Ibiza, las diferencias son inmensas.

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Me resulta difícil de explicar, pero es como…  que te atrapa más, una seducción diferente y menos masificación.

Aunque estuvimos sólo una noche y el día no comenzó del todo bien apuramos los dos días al máximo en unas aguas que no podían ser más transparentes.

Subimos hasta La Mola, una montaña que se impone frente a la inmensidad del mar, disfrutamos de las aguas brillantes de Cala Sahona y de una gastronomía riquísima y muy barata (menú de 8 euros primer plato, segundo y postre) en Sant Francesc.

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En las aguas de Formentera disfrutamos como enanos haciendo snorkel. El error, dejarnos el Parque Natural de Ses Illetes para el final. Me quedé con ganas de poder recorrer un trocito más de esta larga lengua de tierra que se abre al mar por los dos lados. Así que… hay que volver 😉

A un lado tienes la playa de Illetes, con el agua en la mayor calma imaginable. Y al otro lado la playa de Llevant, con unas olas que impresionaban. Y todo lo podías ver desde la misma perspectiva y elegir cuál era tu espacio. Nosotros nos quedamos con Illetes y unas minicalas que formaban las rocas y donde se estaba fenomenal.

Ibiza y Formentera eran dos destinos en mi lista de pendientes hasta el año pasado, pero tras estar allí creo que voy a tener que repetir muchas más. ¡Hasta la próxima!

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